jueves, 2 de febrero de 2012

Rompiendo La Psicosis

Un artista, que solía pintar cuadros de gatos. Siempre gatos. Era muy admirado hasta que la psicosis empezó a carcomerle el cerebro. Este hombre, nacido a principios del siglo xx se llamaba louis wain
a los 20 años empezó a pintar sus primeros cuadros, donde mezclaba siempre un estilo sentimental y realista. Muy gatuno en sus obras, cautivó a los londinenses con sus obras de arte.
Prueba de su aceptación artistica se vio reflejada en el uso de sus obras para las tapas de albunes, tarjetas postales, cuadros de casa, etc.
La mayor parte de su vida vivio en reclucion con sus tres solteronas hermanas y 17 gatos. Siempre gatos.
A sus 57 años, la psicosis empezo a atormentarlo. Se sentía acosado por los gatos, era como si los gatos le pudieran leer la mente y controlaran a sus hermanas para dañarlo, se volvió hostil y sus emociones podían verse reflejadas en su arte: sus retratos se hicieron amenzantes. Cada vez sus gatos se hicieron más hostiles y amenazantes. Siempre gatos.
Wain pasó luego, sus últimos años de vida en distintos hospitales psiquiatricos. Internado por sus preocupadas hermanas, quienes ya sufrían los ataques de wain. Los gatos me leen la mente y las controlan a ellas. Ellas me quieren lejos, los gatos me quieren lejos. Me quieren en el más alla.
Lucia perturbado, siempre sentía como que alguien lo persguía, eran los gatos.
Ellos me quieren muerto.
En consecuencia de su pscosis los gatos dibujados eran cada vez más hostiles, eran sus perseguidores, esos gatos. Siempre gatos. Cada vez con un mirada hostil más pronunciada, más evidente. Está en un mundo amenazador. Le amenzan los gatos.
Luego empieza a fragmentar a los gatos de sus retratos. Cada vez son más fantasmagoricos.
Pueden cruzar paredes, pueden flotar, pero no me atraparan, no lo harán ¡nooo!
Finalmente sus cuadros pierden el sentido total. Siempre gatos. Solo mantenían su diseño barroco infintamente detallado. Sin embargo los gatos se convirtieron en seres más abstractos por no decir demoniacos.
El gato de la izquierda, fue pintado durante su etapa inicial como artista. Se diferencian sobre todo los ojos alarmado; la piel puntiaguda también era normal. Era cuando aún no le amenzaban los gatos.
En el siguiente retrato, el gato es muy amenzador. Predomina un rojo sangriento. Sobre todo en los ojos. Siempre gatos. Gatos endemoniados. Una muestra de su pscosis progresiva.
En el ultimo retrato (durante las ultimas etapas de la psicosis de wain) los gatos son demasiado abstractos, son más diabólicos y el estilo usado al inicio es dejado de lado. Solo mantiene a los gatos. Siempre gatos. Solo usa estilos obsesivos, en un esfuerzo sobrehumano de mantener su mente ordenada y sin paranoias.
Malditos gatos, se que están alli, pero no evitarán que exprese mi arte. Nunca. Siempre. Gatos.

La pintura maldita de Ebay.

La Pintura de Ebay


En febrero de 2000, la pintura embrujada fue puesta a la venta en eBay y la subasta había comenzado. Hoy en día, muchos se preguntan si es una historia real, o una estrategia de marketing. Artículo 251789217 era su nombre en eBay, pero rápidamente se hizo conocido en Internet como "La Pintura embrujada de eBay”. Pero su nombre original es “Hands Resist Him” (Manos lo Resisten)

“Cuando recibimos esta pintura, pensamos que era realmente una buena pieza de arte. El recolector la había encontrado abandonada detrás de una antigua fábrica de cerveza. Nos preguntamos: ¿porque una aparentemente hermosa pintura sería descartada así?.” -Expreso uno de los compradores-

“Una mañana, nuestros hijos de 4, y 2 años afirmaban que los niños de la pintura se peleaban entre si. Mi esposo entonces se alarmó. Para mi sorpresa puso una cámara durante tres noches apuntando hacia la pintura. Después de tres noches hubo extrañas imágenes. Después de ver al niño aparentemente casi saliendo de la pintura decidimos que la misma tenia que irse de nuestro hogar.” -comento nuevamente aquel comprador-



Las reacciones al momento de visualizar la pintura son variadas y extrañas, el informe de la gente expresa malestar y desmayo, algunas personas afirmaban que podían ver sombras de niños pequeños por los alrededores de su hogar, y otras se sienten terriblemente atemorizadas hacia tal imagen, hasta el punto en que no desean saber nada acerca de ella ni volver a verla nuevamente



El Vendedor recibió 30 sugerencias por parte de los compradores insistiendo en que la pintura fuese bendecida, al igual que 7 e-mails de personas las cuales aseguraban que luego de haber visto aquel cuadro en Ebay sufrieron de extrañas sensaciones por ciertos periodos de tiempo. El vendedor tan solo en su defensa menciono que se trataba solo de una obra de arte, y que por recomendación personal, no usaran aquella imagen como fondo de pantalla, o se les mostrase a los niños pequeños (estas razones no se especifican)



La pintura tiempo después fue vendida nuevamente cuatro veces su precio original debido a la fama que esta tomo como “ un cuadro sobrenatural” su valor era de 200$ US y fue comprada por 1000$ US aproximadamente.



Ahora con ustedes la famosa pintura y un video en donde se enfoca todo detalle del cuadro.
 
 

Creepypasta: No estas asustado....VERDAD?

¿No estas asustado, verdad?



Estas acostado en tu cama, el mudo sonido de tu aire acondicionado es lo único que te separa de el silencio total.

Sabes, ese silencio en particular es el pesado, y grueso, casi como un ruidazo enorme ¿No? El tipo de silencio en el que oirías el ruido una aguja al tocar el suelo; El tipo de silencio en el cual oyes tu corazón latir mientras te acorrucas mas y mas en tu almohada. Ese Tipo De Silencio.

El sonido de tu aire es lo único que oyes, un sonido que normalmente pasa desapercibido, Hasta que es el único sonido que queda. Es confortante, quieras o no. Una especie de sonido blando. Pero de repente, tu cuarto se devuelve a temperatura ambiente, y el sonido se detiene, como si la ventila hiciese un mudo cortocircuito. Para tu infortunio, no estabas dormido todavía, y el silencio se hace presente.

Deberías estar reconfortado de que oirás cualquier sonido; lo cual compensa la falta de visión gracias a la obscuridad. Pero no lo estas. Es el tipo de ambiente que te pone al borde, el que causa que tu corazón lata cada vez mas rápido, el que hace que tu cuerpo se tense por el miedo, y el que te hace saber que no estas solo.

¿Pero si estas solo, no? Llevas ahí tirado mas de 15 minutos con los ojos cerrados, y te aseguraste de que todo estuviera bien antes de apagar la luz; eres uno de los listos. Todos esos cuestionarios de Facebook que contestaste para reforzar tus conocimientos, si estuvieras en una de esas películas de horror, sobrevivirías hasta el fin. Diablos, hasta hiciste una lista de como escapar de las situaciones en las que te ponen los cuentos de Creepypasta.com. Pero esas son tonterías nada más, ¿cierto?

No estas asustado. O por lo menos eso es lo que tú crees.

Pero espera… ¡¿Que Fue Eso?! ¿Era el rechinido de tu colchón de fábrica? Pero, tu no te moviste, o algo por el estilo. ¿Hiciste el sonido? No, no pudiste ser tú. Estas paralizado en tu cama, tieso con una inquietud que no estaba presente hasta estos momentos. Debes haberlo imaginado… Seguramente es solo tu imaginación.

Te volteas contra la pared. Fuera de vista, demente. Si hay algo en el cuarto contigo, eso tiene que aceptar que estas muy cansado como para lidiar con el. Todavía sigues paralizado por haber vuelto a escuchar ese rechinido. Esta vez, El rechinido es acompañado por unas suaves pisadas.

Tu Corazón se aferra a tu pecho… ¿De veras escuchaste eso de nuevo? No, Simplemente te preocupas por nada. Deberías dejar de leer historias de terror en la noche, tu mente esta jugando con tu imaginación. Eres una persona racional, deja de ser tan infantil y duérmete ya.

Cierras tus ojos fuertemente, Esperando silenciosamente que el sueño te lleve muy lejos. Estas prácticamente rogando para entrar a tu propio mundito de fantasía. Estas huyendo; Pero no hay nada ay… ¿O si? Solo estas cansado. Lo se, lo se.

Mientras estrujas tus parpados, te das cuenta de que no importa cuanto quieras moverte, no puedes movilizar tus brazos y piernas. Oh vamos, ¿En serio estas dejando que esto te afecte? ¿Cuantos tienes? ¿12? Supéralo y duérmete ya.

Ahora, más tenso que nunca, ese ineludible sonido hace eco en tu habitación. Ese rechinido de fábrica, seguido de un suave golpe en el piso. Sin ser conciente, te aguantas la respiración, Estrujas los parpados lo mas fuerte posible. Tienes ese impulso infantil de cubrirte la cabeza con la sabana. ¡Lo estas imaginando todo! Esta todo en tu mente; pensé que eras mejor que esto.

El latido de tu Corazón se escucha fuertemente en tus orejas, pero no tan fuerte como para ignorar el sonido que se acerca cada vez mas.¿¡Que es ese rechinido!? Talvez dejaste papel en el piso. ¡Si, eso debe ser! ¿Y los golpes? Probablemente el gato, o el perro, u otra cosa. Ellos probablemente entraron cuando no mirabas y cerraste la puerta. Aja, solo estabas paranoico.

El sonido ahora se oye a un paso de tu cama, y tu le estas dando la espalda, no te atreves a voltear para atrás, no es que haría las cosas mejorar; la única luz en tu cuarto es la débil luz de tu celular que dejaste conectado antes de meterte a la cama, ¿Te acuerdas? Pero no te atreves a voltear; no hay nada ahí de todos modos.

Minutos que se sienten como horas pasan mientras observas la pared, duro como una tabla, incapaz de mover un músculo. No has escuchado el sonido desde que llego a la orilla de tu cama. Sabes que no hay nada ahí tonto. Es el silencio. Solo juega contigo. Debiste haber puesto algo de música antes de acostarte. Oh vaya, Tal vez la próxima.

De repente, un sonido familiar inunda el cuarto, seguido del mudo sonido del aire. Exhalas profundamente, tu cuerpo se relaja mientras tú te llenas de alivio. Gracias a Dios que se acabo, ahora puedes dormir en paz. Ese silencio de versa te afecto. Te volteas para checar la hora en tu celular, Debería haber pasado al menos una hora desde que te acostaste.

Eres bienvenido cara a cara con algo que te sonríe de oreja a oreja. Nubladas cuencas donde alguna vez hubo ojos te ven atentamente.

-"Ah, Veo que aun sigues despierto..."-

 

jueves, 24 de noviembre de 2011

LA ESTATUA DEL PAYASO.

Habia una vez una niñera, que cada sábado por la noche iba a la casa de la misma familia para cuidar a los niños. Ella conocía bien a la familia, y disfrutaba de sus relajantes noches de sábado, ya que los niños se comportaban muy bien. Como cada vez, a las 8 de la tarde fue en coche camino a la casa. Ellos la saludaron en la puerta, le dijeron que cogiese lo que quisiera de la nevera y se fueron a pasar la noche fuera.

La chica fue dentro y se sentó en el sofá. El más pequeño de los niños estaba durmiendo, mientras el otro jugaba silenciosamente en un rincón. Ella estaba viendo la tele cuando oyó al más pequeño romper a llorar. La niñera fue arriba, lo calmó y lo tapó con las sábanas. La habitación estaba extrañamente fría. Al girarse para ir a bajar las escaleras, la recorrió un escalofrío. De pie, en la esquina más lejana de la habitación, había la estatua a tamaño real de un payaso.

Su pálida cara le sonreía con una macabra sonrisa carmesí, y su exagerada nariz hundía sus labios estirados en las sombras. Él llevaba una simple túnica roja con una flor blanca y un sombrero. El payaso aún reía siniestramente mientras la niñera cogía rápidamente su teléfono. Marcando el número del padre con rapidez, ella dijo: "Perdón por molestarle, ¿pero puedo cubrir con una sábana la estatua del payaso de la habitación de su hijo? Está comenzando a asustarme..."

Hubo silencio en la línea. El padre contestó: "Coge a los niños y sal de la casa. No tenemos ninguna estatua de payaso." Aterrorizada, la niñera cogió a los niños y arrancó a correr.

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El padre estaba sentado en el restaurante, algo nervioso y preocupado, pero comenzando a relajarse. Su teléfono volvió a sonar. Él contestó inmediatamente, para escuchar una respiración pesada. Alguien rió en silencio. "Perdón por molestarle, ¿pero puedo cubrir con una sábana el cuerpo de su niñera? Está comenzando a asustarme..."

domingo, 13 de noviembre de 2011

GO TO SLEEP...

Bueno quizas conoces esta imagen algunos dicen que es marylin manson otros dicen solo es una imagen con mucho photoshop pero ellos se equivocan , aqui tengo la historia sobre aquella imagen tan perturbadora

Despues de lo ocurrido , ya no quiero pensar mas en esa imagen hasta que lo supere .
Fue un dia que no queria asistir a una fiesta de cumpleaños y me quede en mi casa solo, me gustan mucho los creepypastas y decidi buscar algunos para pasar el rato en taringa lei muchos asi que busque en otras pags , di con una pag que decia www.GTSLP.com ( no trates de buscarlo por que no te saldra nada) entre a la pag y no salia nada estuve un buen rato apretando F5 y la pantalla se puso negra crei que el ordenador se me habia suspendido como a todos les pasa pero no fue asi trate de mover el mouse para que la pantalla volviera pero no paso nada.
aparecio un punto blanco y se empezo a ampliar y salio la imagen de go to sleep y era un power point no podia ocupar el teclado ni mover el mouse paso a la sgte diapositiva y tenia un video adjuntado se inicio solo y mostraba que un encapuchado entraba a una casa , dentro de la casa estaba todo oscuro pero con la luz de la luna se llegaba a ver algo el encapuchado entro a una habitacion y habia un hombre muy blanco el encapuchado mira al hombre blanco y despues entre los 2 se miran con una sonrisa y que razon tenian para sonreir asi ?? el encapuchado saca un cuchillo de cocina y le corta la cabeza al hombre blanco de manera muy horrenda de a poco eso me causo un poco de asco el encapuchado como mirando a una camara saca sangre del hombre blanco asesinado, empieza a escribir con sangre en la supuesta camara. Go To Sleep la cara de muerto del hombre blanco se transforma en una sonrisa, y ai se corta la filmacion despues de que termina el power point generalmente dice ” Fin De La Diapositiva” en vez de eso decia ” fin de la vida preciona cualquier boton para morir” me asuste mucho por que las letras estaban escritas en una letra que no tenia registrada en mi computador una letra hipnotizante
al salir de la diapositiva el link de www.gtslp.com nunca mas aparecio y desde que vi ese video se han informado en los medios de que han habido muchos asesinatos de un hombre desconocido que les corta la cabeza y escribe go to sleep.

El asesino anda suelto cadas vez que veas esa imagen es un asesinato diferente y pues ahora veras mi cara.

MATADERO DE PERSONAS.

El matadero es un lugar, donde se hacen atrocidades con la carne. Se rebana con brutalidad, y se da muerte a muchas almas. El matadero es el terror en sí. Las personas caminan hacia el matadero cuando saben que morirán. El matadero es donde yacen los más terribles miedos, y la muerte misma. El matadero representa el dolor en todo el sentido de la palabra. Es el lugar donde yace el sufrimiento, y la realidad sobrepasa a la pesadilla. El matadero, es el fin de todo lo que conoces. Prepárate para encaminarte hacia el matadero, donde todo culmina.



La noche estaba inquieta. Los relámpagos atronadores, centelleaban en el cielo. En lo más profundo del campo oscuro, cubierto por frondosos árboles, dividido por caminos de tierra, se encontraba una vasta y antiquísima hacienda. Y como se decía que en el campo no había luz eléctrica, la penumbra de la hacienda era atenuada por las escazas velas distribuidas por las infinidades de habitaciones. Anastasia, una de las jóvenes hijas de los patrones, recorría los pasillos, dirigiéndose hasta su cuarto para conciliar el sueño, a eso de las doce de la noche. Pasó frente a la habitación del abuelo Eustaquio. La puerta estaba cerrada, pero podía distinguir la voz del abuelo. Ingresó al cuarto, y los niños estaban reunidos ahí, ante el abuelo Eustaquio, quien les relataba una de sus historias, las cuales siempre eran recibidas con entusiasmo por los infantes. Pero Anastasia, pensaba que estas historias les perturbaban el seso a los pequeños.



Abuelo, ¿Ya les estás llenando de cosas la mente a los niños?

¡Calla Anastasia!, que a ellos les encantan mis historias.

¡Sí! –respondieron todos al unísono, mirando enfadados a la tía Anastasia.

Los niños ya deberían estar durmiendo... ¡A acostarse!

¡No, Anastasia! Después de relatarles una de mis historias favoritas, recién entonces se irán a dormir. Están conmigo.

¡Ya!, ¡Abuelo comienza la historia! –exclamó uno de los niños.

No niños. No les vas a trastornar las mentes con tus historias de
terror abuelo.

¡Anastasia vete! ¡No me des órdenes, soy tu abuelo!, ¡Te doblego en la edad y la experiencia, niña sin respeto! –respondió el abuelo golpeando la mesa. Los niños abrían bien los ojos.

¡Ay abuelo! –protestó Anastasia. Salió de la habitación, enfurecida, dando un fenomenal portazo que se sintió a lo largo de toda la hacienda.



Bueno niños, ahora si podremos compartir la historia tranquilamente. Ustedes ya son hombrecitos, y no se asustan fácil, ¿Verdad?

¡No! –exclamaron todos.

Esta historia se llama… “El matadero de personas”…



1969… Talagante. Santiago de Chile.



Todos los televisores en las casas estaban sintonizando la llegada del hombre a la luna. La noche era oscura y nublada. No se veían ni los astros ni las estrellas. A las afueras de Talagante, hace un mes aproximadamente, se había alzado un matadero. Pero los desagradables olores que surgían del edificio, pronto comenzaron a molestarle a la gente, quien inició protestas, hasta que el matadero fue cerrado. Y en los meses siguientes, comenzaron a aparecer extrañas historias, de desapariciones dentro del matadero abandonado. Grupos de jóvenes se internaban en el lugar, para quedarse hasta altas horas de la noche, o consumir drogas. Pero no se les volvía a ver más, por lo que la gente comenzó a creer que el lugar estaba maldito. Y ya nadie se atrevía a entrar.



Recuerdo que caminaba por sobre la maleza, en los terrenos donde se ubicaba el matadero, cuando pasamos por el frente, y mi grupo de amigos comenzaron a lanzarle piedras a las ventanas, tirándoles abajo los pocos pedazos de vidrio que les quedaban.



Uno de ellos con piedra en mano, preguntó:

¿Creen que de verdad el matadero está maldito?

Pues ha habido desapariciones. Y eso está comprobado. Si no está maldito, algo raro hay allí –respondió alguien. Una nueva piedra destrozó una de las últimas ventanas que quedaban.

Debe ser un lugar asqueroso… Imagínense, carne descompuesta por todos lugares.

Pero también es un buen lugar para pasar desapercibido. He oído historias que criminales se han escondido allí.

¿Pero y de qué sirve si no salen más del lugar?

Tienes razón.



De pronto, sentí una inmensa sed cuando vi a uno de los de mi grupo extraer una botella de ron de su chaqueta. La destapó, y no tardé en pedirle que me alcanzara la botella, pero cuando hizo esto, alguien lo detuvo. El cabecilla del grupo.

Si quieres de esto, deberás hacer algo primero. Debes entrar al matadero.

Vamos no bromees, tengo bastante sed. Mi garganta está seca –respondí.

¿Qué sucede? –Me miró burlón ¿Tienes miedo?

Le dirigí una mirada de odio.

Sabes muy bien, que no le temo a nada.

¿Y si es así por qué no quieres ir?

Le arrebaté la botella de un manotazo. Sediento y furioso, la bebí en cuestión de segundos. Arrojé lejos la botella vacía, y me dirigí decidido hasta el edificio, mientras les decía:

No se atrevan a venir por mí. No le temo al matadero…

Distinguí como murmuraban tras mío. El ron había estado añejo, tal como me gustaba.



El lugar despedía un olor infernal. Me tapé las narices con la muñeca, mientras observaba los alrededores. La forma en como mis camaradas lo habían descrito, no estaba tan lejos de la realidad. Había fétidos pedazos de carne descompuesta, en cantidad, esparcidos por las murallas. Las máquinas para desgarrar las carnes estaban sucias y manchadas en sangre, así como el suelo. Las sierras asesinas estaban detenidas, pero más afiladas que nunca. No había ni la más mínima luz, a excepción de la luz de la luna que entraba por la ventana. Recorrí el lugar a tientas varios minutos, hasta que en una esquina, distinguí unas velas depositadas en el suelo. Me incliné a recoger una, para iluminar mi camino, cuando distinguí unas cabezas de niños ensartadas en unos afilados palos. A pesar de mi eterna frialdad, no pude evitar sorprenderme. Para una persona normal, aquella imagen habría sido devastadora, le habría generado un trauma de por vida, sin duda. Iluminé los rostros de los niños con las velas. Estaban desfigurados, y la sangre de la herida en sus cuellos, donde el palo penetraba las carnes, estaba seca, como si hubieran sido mutilados hace un buen tiempo. Me alejé, escuchando gemidos y llantos de infantes. Supe de inmediato, que eran los espíritus de los niños que habían sido reducidos a cabezas decapitadas, los cuales sollozaban. Sin embargo, no temía. Recordaba un dicho que solía decir mi abuelo… “Témele más a los vivos que a los muertos” Muy cierto.



Llegué hasta un pasillo en la penumbra. Pero me abrí mi camino iluminando con la llama de la vela. Luego de avanzar varios metros, fueron apareciendo candelabros colgados a los muros, con varias velas sobre ellos. Tras mío, había oscuridad total. Estaba bien internado en el matadero, y si alguien aparecía tras mi espalda, no tenía por donde correr, debido a lo estrecho del pasillo. Pero a medida que continué avanzando, divisé una puerta a mi izquierda, color carmesí. La puerta me llevó a una habitación de aspecto ceremonial. Había un gran candelabro colgando del techo, cortinas sobre las murallas, y distintos cuadros abstractos de aspecto perturbador. No tardé en percatarme, de que había alguien más allí. En el centro de la habitación, había dos pequeños en estado lamentable, desprovistos de vestimenta, tenían la cabeza calva, y estaban en seria desnutrición, al punto de que se le lograban ver las costillas. Eran pequeños, como de la edad de cinco años, y tenían las manos ensangrentadas, al igual que sus bocas, pues comían un pedazo de carne cruda y ensangrentada del piso. Me acerqué disimuladamente. No se lograban percatar mi presencia, pues estaban ocupados con el trozo de carne. En el muro frente mío, había una especie de ranura. Desde allí, observé a un tipo de cuerpo grueso y bestial, vestido como carnicero, que les arrojaba más pedazos de carne a los pequeños, como si estuviese alimentando a sus mascotas. Los hambrientos pequeños se lanzaban desesperados al trozo de carne, y sus labios se tenían de rojo. Pero quien les arrojaba las carnes, pronto se percató de mi presencia. Su rostro estaba cubierto por una tela negra, y me apuntó con su mano cubierta por un guante manchado en sangre, en forma de amenaza, luego desapareció de la ranura. Me acerqué a uno de los pequeños, y le acaricié la cabeza. Aún así no se percataban de yo estaba ahí, entonces salí de la habitación.



Continué avanzando por el estrecho pasillo, iluminado por los candelabros. El tipo gigante con ropas de carnicero ya había advertido mi presencia, y me imaginé que quizás podría haber más personas en el matadero, pero todo me resultaba muy raro. ¿Qué hacía esa gente allí? Si es que se le podía llamar así. Aquellos dos pequeños que había visto en la habitación anterior, parecían animales maltratados, además de que en su piel se podían distinguir severas heridas, como producidas por algún látigo y torturas. Al final del pasillo, llegué hasta un espacioso cuarto del matadero. El lugar parecía inmenso. Me dirigí a una ventana, y por allí observé los campos, donde se reunía a las reses, que serían ejecutadas. Pero como el lugar había sido cerrado hace meses, esos campos ahora yacían solitarios, bajo la noche. En el cuarto que me encontraba ahora, aparecieron dos gigantes deformes, tras mío. Uno de ellos sostenía un inmenso garrote con clavos, y el otro, un machete, ambos ensangrentados.

Diversas manchas de sangre también manchaban sus uniformes blancos de carniceros. Sus caras estaban desfiguradas, y su piel era similar a la piel de los muertos. Caminaron hacía mí con sus inmensos cuerpos, y sus ojos no tenían siquiera pupila, pero sus rostros llevaban una expresión de infinita furia. Divisé una puerta, e ingresé por ella rápidamente, mientras escuchaba sus feroces rugidos. No tardaron en aparecer tras de mí nuevamente, y comencé a correr por mi vida, por diversos pasillos y habitaciones iluminadas por los candelabros y velas, que parecían estar distribuidos a lo largo de todo el matadero.

Vi infinidad de niños más, algunos asegurados con gruesas cadenas, alimentándose de trozos de carne podrida, amarillenta. Luego, me encontré sin salida en una habitación. Los dos gigantes volvieron a aparecer. Había unas tablas cubriendo la muralla, la cual parecía desgastada. De una patada, derribé las tablas junto con la muralla, y surgió un nuevo camino ante mí, y aparecí en una inmensa habitación, con una larga mesa ubicada al centro. Y en los asientos, yacían varias siluetas cubiertas por capuchas rojas, y cuernos que emergían de sus cabezas. Sus rostros eran cráneos de cabras, y sus ojos eran rojos, como la sangre. Llegó hasta mi mente, la imagen de Satanás, el macho cabrío. Apenas estuve frente a ellos, todos me contemplaron. Uno de ellos, que parecía el líder, pues llevaba una capucha y cuernos que destacaban más que los demás, se levantó violentamente, me señaló y exclamó furioso palabras en una lengua desconocida. Ante su orden, todos se abalanzaron contra mí. Y a mis espaldas, aparecieron otra vez ambos gigantes. Me vi perdido.

Me sujetaron, y a la fuerza me condujeron fuera de la habitación. Me condujeron por más pasillos desconocidos, y comenzaba a sentir
terror, por primera vez, demostrándome a mí mismo mi naturaleza humana. Por los pasillos que me conducían, sobre las murallas de estos mismos, había cuerpos adultos sacrificados, desprovistos de su piel, y desfigurados horriblemente. Algunos incluso desmembrados. Sentí pánico cuando oí una sierra emitir su estruendo, y también varios gritos infantiles de dolor. Pensé que había llegado mi hora. Que me habrían de ejecutar, de la peor forma que hubiera podido imaginar. Sin embargo, divisé una ventana que se venía acercando. Cuando pasé por el lado de la ventana, retenido por mis verdugos, sin pensarlo demasiado, rompí los vidrios con mi cabeza, y me lancé fuera, desprendiéndome de los brazos que me sujetaban fuertemente. Vi como el suelo se acercaba a mi rostro, y sentí un tremendo golpe. Después sangre por todos lados, y perdí el conocimiento.



Pero por instinto quizás, desperté justo cuando los dos gigantes venían a buscarme. Me había roto la mandíbula, y me sangraba horriblemente, pero ya me encontraba fuera del matadero, en los campos. Corrí a todo lo que daban mis piernas, y uno de los gigantes extrajo una escopeta, y me disparó en la pierna. Caí, pero aún así luché por mi vida. Corrí, y corrí, más rápido que nunca, desafiando mi propio cuerpo. Cuando ya no pude más, me detuve, y apenas podía respirar. Miré hacia atrás, y me percaté de que ya nadie me seguía. Pero no descansé ni cinco segundos, y continué avanzando, pues debía resguardar mi vida. Después de mucho escapar, me encontré en el lugar donde había empezado, donde estaban mis amigos. Ya nadie estaba allí, las botellas de alcohol estaban tiradas en el suelo. A lo lejos escuché más escopetazos.

El gigante de la escopeta, caminaba amenazante, y apretaba firmemente en su mano, unos cordeles de los cuales colgaban cabezas, que reconocí espantado. Eran las cabezas de mis camaradas, y llevaban aún la expresión de agonía. El gigante dio unos cuantos más escopetazos al aire, y me apuntó. Pero corrí con todas las fuerzas que me quedaban, y lo perdí, hasta llegar a la seguridad del pueblo, cuando ya daba el alba, para no volver nunca más a aquellos lugares…



¡Fin!

¡Abuelo Eustaquio, la historia ha estado genial! –exclamó uno de los pequeños deslumbrado.

Pero ahora tengo miedo de dormir… exclamó otro.

El abuelo Eustaquio le acarició la cabeza tranquilizándolo.

He dicho. Ustedes ya son hombrecitos, y los hombres no le temen a nada le dijo.

Y abuelo… ¿Qué sucedió con el matadero?

El abuelo Eustaquio contestó:

Se dice, que aún se encuentra por aquellos lugares… Pero ya nadie, sin excepción, se atreve a entrar… Pues, el matadero es el lugar que representa la muerte y el sufrimiento. Caminar hacia el matadero, es adentrarte en tu más grande pesadilla. En tus más grandes
terrores. Es el lugar donde las carnes y las almas son desgarradas brutalmente. El lugar donde todo termina, y la compasión no existe. El matadero, es el hogar de la bestia. Es donde se le otorga la sangre de los cuerpos sacrificados. Allí es donde verdaderamente, el diablo habita. Es el lugar de Satanás.



Anastasia escuchaba tras la puerta. Luego, se retiraba a acostar dando furiosos pasos. La noche estaba silenciosa. Se acostó, y se arropó bien, para protegerse de los espíritus invisibles que rondaban en la oscuridad. Pues, aunque no aprobaba las historias del abuelo Eustaquio, sabía muy bien que el matadero, se encontraba no muy lejos de la hacienda. Y de sólo pensar en aquello, se estremecía entera, sentía miedo, y la invadía un gran escalofrío…

LA MARCA.

Era una noche tranquila, recién salía de hacer un trabajo en un jardín de Palermo, demasiado viaje para una Ford F100, estaba cansado, solo quería llegar a casa y acostarme a dormir… Sonó mi celular, ¿Dónde demonios lo había dejado? El camino era muy oscuro, atendí, una voz dijo: “Hola, ¿Juan?” Intentando no distraer mi vista de la calle respondí: “Disculpe, llámeme en 20 que estoy…” En ese momento algo pego en el parachoques y en el parabrisas, me detuve al instante, estaba paralizado, atine a abrir la puerta, maldición, maldito celular… El parachoques estaba cubierto de sangre, el parabrisas dañado… Fui hacia atrás, al llegar… Era un perro, me quede asombrado al verlo tirado con la pansa abierta y sus viseras a la vista, era obvio que ya no respiraba, tome la pala de la camioneta y lo moví al costado de la carretera, algo llamo mi atención, tenía una marca, parecía ser una especie de “S”, en el lugar que estaba escrito, le faltaban los pelos, gire y pensé, “esto debe pasar todos los días”, me subí a la camioneta y me fui de ese lugar.
Al llegar a casa me cepillé los dientes y me fui a dormir, estaba un poco mareado y tenía una leve jaqueca, me puse el piyama y me acosté.
Me levante repentinamente, como si en ningún momento me hubiera ido a acostar, era ese perro, la culpa me invadía, debía al menos enterrarlo, no podía dejarlo allí, no lo soportaría, siempre fui un amante de los perros, me vestí, deje una nota para Belén y me fui en camino a aquel lugar.
Al llegar el cuerpo del perro estaba allí, tal como lo deje… Puse una sabana a su lado y lo arrastre con la pala hasta arriba de la sabana, en ese momento el perro comenzó a respirar en un instante, de tal forma me asusto que caí sentado al suelo por el susto. Era imposible, no podía respirar, yo mismo le veía las viseras que asomaban al exterior, el perro comenzó a aullar de dolor, me pare rápidamente, lo cubrí con la sabana y lo subí a la camioneta, debía llevarlo al veterinario, apurarme lo más posible. Al llegar a la veterinaria más cercana, me baje del coche y fui a buscar al perro, abrí la puerta y no estaba allí, ni siquiera la sabana ni sangre, nada, simplemente nada, debía estar alucinando, me sentía como un idiota, mañana debía levantarme temprano, me subí a la camioneta y maneje a casa
. Al llegar, y bajarme de la camioneta me sentí mareado, llegue a la puerta principal y me invadió el terror, de hecho la puerta estaba abierta, y el pasillo de entrada lleno de barro… Lo primero que atine fue a ir a mi cuarto a ver a Belén, ella estaba allí, durmiendo, pero el piso estaba lleno de barro, fui a la pieza de Tomas, mi hijo, ahí fue cuando un escalofrío recorrió mi espalda, había sangre en las paredes, no estaba en su cama, fui caminando lentamente a ver el costado de ella, estaba ahí, tirado, con la cara irreconocible, totalmente deformada, pero era mi hijo, aun respirando, pero sin sus ojos con la nariz completamente quebrada y sin ningún diente q estaban dispersos por el suelo, tome su bate de beisbol y llame al 911… Me dirigí a mi cuarto nuevamente, ¡MALDICION! Belén no estaba allí, parecía todo una maldita pesadilla, las manchas de barro cambiaron por manchas de sangre que sin dudas me dirigían el camino, lo seguí hasta llegar al depósito de herramientas, abrí lentamente la puerta, allí estaba él, ese maldito bastardo, sobre Belén, estaba mordiendo su cara, ella ya estaba muerta, el maldito pegaba mordiscones arrancando trozos de piel, tome mi bate con fuerza y empecé a pegarle con todas mis fuerzas, oí huesos tronar, salpicones de sangre hacia mí, no pare de golpearlo hasta quedar exhausto, levante a Belén en mis brazos y la lleve a la casa, escuchaba las sirenas de la policía, al fin.
Informe de la Jefatura de Escobar:
El Día 17/03 03:00 AM hubo un doble homicidio en una casa de la zona, nos dirigimos con los peritos ya informados por la situación, el sujeto, Juan Ramírez, brindo su testimonio, según él, el perro mato a su mujer (Belén Arrezaga) y a su pequeño hijo de tan solo 7 años (Tomas Ramírez), tras 2 semanas de peritajes y autopsia, la causa de la muerte era “evidente” según los doctores, al igual que la mujer e hijo, fueron golpeados (con un Bate de beisbol) hasta la muerte, el hijo fue hallado con vida pero falleció al llegar la ambulancia.
En la corte, el sujeto fue declarado “insano” y fue destinado a un hospital siquiátrico. Aun afirma que debe de sepultar a su mujer e hijo, e insiste que el perro le dio su marca (tiene tallada una S al revés en su mano).
Fin del Informe.



jueves, 10 de noviembre de 2011